Reno es un perro Doberman. Llegó al santuario en 2014 con tan solo 17 días de vida. Nació en un finca del País Vasco, en la cual utilizaban a su mamá para criar y luego vender a los/as cachorros/as.
Afortunadamente, Reno pudo salir de allí, y se ha criado con mucho amor y respeto.
Es un perro muy fiel, le encanta estar con las personas y protege mucho a todos los animales del santuario.
Actualmente tiene la enfermedad de la leishmaniosis y displasia pero a pesar de esto sigue pareciendo un cachorrito.